El Prof. Ing. Juan Marcelo Ferreira Aranda, Auxiliar de Enseñanza del Departamento de Enseñanza de Informática de la FP-UNA, fue categorizado como “Candidato a Investigador” en el Programa Nacional de Investigadores, PRONII, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, CONACYT.
Tras el proceso de evaluación de la formación, la producción científica y trayectoria en investigación y desarrollo (l+D) de personas dedicadas a actividades de ciencia y tecnología el CONACYT publicó el listado de categorizados, mediante la Resolución N° 570/2022 del 17 de noviembre de 2022.
El Prof. Ferreira logró categorizar, con su reciente artículo publicado en la IEEE, en el área “Ingenierías y Tecnologías, Matemática e Informática, Física”. Al respecto conversamos con el investigador en la siguiente entrevista:
-¿Usted se dedica a la investigación como docente, como auxiliar de enseñanza de la FP-UNA?
Actualmente hago investigación independiente, en mi tiempo libre, gracias a una estrecha relación mantenida con investigadores y grupos de investigación de universidades europeas. He estado realizando la docencia como Auxiliar de Enseñanza en la FP-UNA desde el año 2020, pero en asignaturas no afines a mi línea de investigación y por ende, no he tenido aún la oportunidad de extender mi investigación en la docencia. Espero poder hacerlo en algún momento.
-¿Cómo fue para iniciarse en la investigación?
La primera investigación fue resultado de mi tesis de Ingeniería de la FP-UNA, cuyo artículo fue aceptado en Uruguay en el marco del CIBSE (Iberoamerican Conference on Software Engineering) en el año 2013. El profesor Luis Gilberto Salinas, ha sido mi primer impulsor hacia el mundo de la investigación. Posteriormente, gracias a varias maestrías y especializaciones realizadas tanto en el exterior como aquí en la FP-UNA, he ido desarrollando el rigor de la investigación pudiendo participar y publicar en varios congresos internacionales y revistas de impacto dentro la comunidad científica.
-¿De qué líneas son sus investigaciones?
Mi especialidad es la Ingeniería de Software y mi línea de investigación se encamina hacia la Usabilidad en Ingeniería de Software y la Ingeniería de Software Experimental. Concretamente, como existen numerosas recomendaciones en la literatura que buscan mejorar los niveles de usabilidad de los sistemas software, existen escasos estudios que proporcionan evidencias empíricas del impacto real de estas recomendaciones tanto para los desarrolladores como para los usuarios finales (en simples palabras, merece o no la pena el esfuerzo del desarrollador en incorporar usabilidad en sus sistemas y si esa usabilidad incorporada beneficia o no al usuario final). Entonces, la idea es estudiar la usabilidad desde la perspectiva empírica, es decir, mediante experimentos. Los datos recolectados se apoyan en métricas estándares sometidas a análisis estadístico con el fin de reunir evidencias que apoyan la evolución del conocimiento y mejorar las teorías existentes.
-¿Dónde publica sus artículos de investigación y cómo gestiona?
Tengo artículos publicados en revistas de impacto:
- Transactions on Software Engineering (TSE) de la IEEE
- Information and Software Technology (IST) de Elsevier.
También tengo trabajos publicados en Proceedings de congresos, simposios y jornadas como el CLEI, CISCI, JIISIC, SIIPRINT, CIBSE, IEEE y RECIBE, consiguiendo premios y reconocimiento en varios de ellos.
Los trabajos en revistas científicas fueron totalmente financiados por entidades europeas. En concreto: el Ministerio de Ciencias e Innovación (Madrid, España), la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid.
Los demás trabajos fueron, en parte, financiados por la FP-UNA, el Congreso Nacional y con fondos propios.
-¿Cómo fue el proceso para ser categorizado en el PRONII?
Mi primera postulación fue en el 2017, cuando el Prof. Benjamín Barán, en una clase magistral de la maestría, dio a conocer la existencia de un programa de incentivos para investigadores. Desafortunadamente, no he sido seleccionado en esa convocatoria.
En marzo de este año 2022, se abrió una convocatoria para el ingreso al PRONII y me animé nuevamente a la postulación. El proceso fue mucho más rigoroso que la anterior. En ésta convocatoria se consideraron únicamente la producción científica de los últimos 5 años y tener evidencias de publicación de los trabajos declarados como primer autor (referencias, perfil de Google Scholar, revistas indexadas, congresos relevantes, citaciones, etc.). Además es requerido la creación de un CVpy (portal de curriculums de investigadores de la CONACYT) para cumplir los criterios de evaluación. Todo el proceso de postulación, seguimiento y comunicación de los resultados se realizó de manera electrónica por el portal de postulación SPI de la CONACYT. El proceso tuvo una duración aproximada de 8 meses. El 17 de noviembre recibí el resultado de la evaluación cuyo dictamen declara, entre otras cosas, que el postulante cumple con los criterios para el ingreso al PRONII en el nivel de Candidato a Investigador en calidad de activo.
-¿Podría dar algunas recomendaciones a los jóvenes que quieran ser investigadores?
No es fácil hacer investigación; es duro, costoso y hasta frustrante. Hago mía las palabras de Thomas Edison: “el investigador se forma con un 1% de inspiración y un 99% de transpiración”. Además, muchas veces el trabajo es poco reconocido y valorado, más allá de la academia. Sin embargo, he notado que apostar por la investigación ha sido el pilar para el desarrollo de muchos países. Entonces, las instituciones educativas necesitan promover y propiciar espacios de investigación que puedan despertar el interés de los aspirantes investigadores. Pongo énfasis en que la promoción y selección de los docentes universitarios debería considerar con mayor fuerza el perfil científico, que permita incorporar sus investigaciones en la tarea docente. En tal sentido, compartí experiencias con docentes extranjeros quienes desarrollaron sus investigaciones en aula, incluso eran autores de libros base utilizados en la FP-UNA y quedé gratamente sorprendido al comprobar que no hay que ser un genio para ser un buen investigador.
Entonces, animo a los aspirantes investigadores a romper la barrera de la comodidad, seguir formándose, a ensayar al menos una investigación y aprovechar las oportunidades que brinda la FP-UNA por medio de la ETyC, el CLEI y otros eventos de carácter científico-tecnológico para ir ganando experiencias, y dar ese pasito hacia este desafiante y complejo mundo científico que poco a poco va cobrando importancia y así dar pasos firmes hacia al desarrollo y progreso del país.
Entrevista: Ana Valiente Villalba
Fotografía: gentileza
Miércoles, 30 de noviembre de 2022