El Cambio Global, la Variabilidad y la Predicción Climática, la Contaminación atmosférica, los Recursos hídricos y otras especialidades, todas ellas relacionadas con los recursos naturales y el medio ambiente terrestre, están cada vez mejor comprendidas en forma global, no obstante, es mucho aún lo que queda por hacer en forma específica, por ejemplo, comprender en forma más precisa los aspectos regionales y locales de la dinámica del clima, así como los impactos que producen y la forma de mitigarlos.
La humanidad tiene que enfrentarse al reto de optimizar los recursos disponibles así como también de minimizar el impacto negativo que se produce en ella producto del avance tecnológico y de la expansión de las fronteras agrícola, ganadera y forestal. La explotación de recursos como la producción de energía eléctrica de origen hídrico y las energías renovables requerirán de un profundo conocimiento del medio para lograr un desarrollo sostenible.
Un posible cambio del clima nos llevaría por un camino incierto, es todavía imperfecto el conocimiento de los cambios que éste introducirá en nuestro ambiente y en nuestra forma de vida, tampoco sabemos como debemos adecuarnos a ellos, previo paso de mitigar los efectos que se van produciendo. El avance de la población mundial y la necesidad de producir alimentos y energía para sostenerla, y reducir las condiciones de pobreza, harán necesario conocer con anticipación los hechos, caso contrario los problemas podrían agudizarse.
Durante 1997-98, El Niño causó estragos en muchas sociedades del planeta, en el Paraguay miles de familias padecieron los efectos de inundaciones, destrucción de caminos y cosechas, además de efectos negativos en la salud pública. Durante 1999-2000, La Niña causa perjuicios en sentido inverso, la sequía prolongada produjo malas cosechas agudizando la ya alicaída y delicada situación del campesinado y sectores productivos.
Los Desastres Naturales se incrementarán según los expertos en el tema, y la vulnerabilidad de la sociedad, lejos de reducirse, crece por el avance de la pobreza y la falta de decisiones políticas adecuadas para afrontarlos.
El Paraguay se encuentra inmerso dentro de uno de los ecosistemas mejor irrigados del planeta, la Cuenca del Río de la Plata, y es poseedor de una de las reservas de agua dulce más importantes de América, la producción de electricidad del país depende en más del 99 % de las represas hidroeléctricas, y la producción agrícola y ganadera es fundamentalmente de temporal, los ríos de la cuenca son excelentes medios de transporte, y los problemas de inundaciones o estiajes suelen ser preocupantes por la perturbación que ocasionan en el transporte. Con este panorama es fácil comprender la alta dependencia que tienen sus recursos más importantes del clima y su variabilidad. Los principales desastres naturales del país son de origen hidrometeorológico, las inundaciones, las sequías impactan directamente en la economía, en las infraestructuras y en los diferentes estratos sociales. Las tormentas eléctricas con lluvia, viento y granizo producen serios daños a poblaciones en determinadas épocas del año, causando incluso la mortandad de personas y ganados.
En la actualidad se requiere de recursos humanos cada vez más especializados para enfocar estos temas con mayor precisión, ninguna de las Universidades, estatales y privadas, ofrecen en el mercado paraguayo una formación académica integral en estas áreas del conocimiento. Las necesidades futuras serán aún mayores, pues la disponibilidad de agua dulce, probablemente sea menor, los suelos se desgastan y se contaminan, al igual que el aire y las aguas superficiales y subterráneas, los desastres naturales se intensificarán y la vulnerabilidad es creciente, las cosechas y ganados se verán permanentemente amenazados.
En síntesis, es necesario que la sociedad paraguaya tenga un ambiente adecuado donde se puedan echar raíces del conocimiento actual y futuro de las Ciencias Atmosféricas, donde se puedan formar con espíritu científico los jóvenes que en el futuro tendrán que enfrentar el reto de amortiguar los problemas que se manifiesten en el ambiente. Científicos y técnicos que tendrán que prevenir sobre el comportamiento del tiempo, los impactos de la variabilidad y el cambio climático, la reducción de los desastres naturales y la creciente contaminación de nuestro ambiente; sea el agua, el aire o el suelo. Esta iniciativa es necesaria para que en el futuro el desarrollo socioeconómico de nuestra sociedad pueda basarse en modelos sustentables y políticas adecuadas.
La oferta educativa de la Carrera de Licenciatura en Ciencias Atmosféricas esta orientada en forma directa a estudiantes interesados por las ciencias de la tierra, y que quieran poner a prueba su capacidad científica en un ámbito donde existen muchas incógnitas por resolver, la sociedad paraguaya, regional, y por que no mencionarlo, toda la humanidad toda, precisan de la generación de conocimientos que pudieran ofrecerse en el ámbito de las ciencias atmosféricas y ciencias afines, por ser de interés general, y por ser estratégica para el desarrollo de cualquier actividad humana.